Nuestro viaje en busca de esas tiendas de alimentación tradicionales nos lleva hoy hasta Madrid. En pleno barrio de Salamanca, descubrimos Mantequerías Bravo, un establecimiento histórico donde encontrar todo tipo de productos exclusivos para satisfacer los paladares más exigentes. Este ultramarinos de gran solera es conocido sobre todo por su cuidada selección de los mejores vinos españoles y del resto del mundo, que le han supuesto inmejorables críticas de los enólogos más reputados.
Inaugurada en 1931, Mantequerías Bravo se ha convertido en un espacio entrañable donde se funde el sabor clásico de las tiendas de alimentación de principios de siglo con la familiaridad y servicio exquisito que requieren sus clientes gourmet. Tanto su fachada como la decoración interior conservan el sabor añejo de mediados del siglo pasado, e invitan a visitar el local como si de un museo se tratara.
En Mantequerías Bravo nos sorprenden con vinos que alcanzan los 24.000 euros, con ediciones especiales y tamaños de botellas destinadas a coleccionistas que no se encuentran en ninguna otra tienda, y hasta con la mejor selección de caviar y jamones, sin olvidarnos de otros productos de calidad como quesos, especies o conservas, y la parte más dulce donde por supuesto no faltan las Galletas Birba.
Una historia repleta de recuerdos y anécdotas
Con una trayectoria de casi 100 años, son muchos los clientes que han pasado por Mantequerías Bravo, dejando todo tipo de recuerdos y anécdotas que conforman la historia de este precioso local.
Elena Bravo nos comenta que en la tienda suceden historias cada día. “Nos acompañan nietos de los primeros clientes de Mantequerías Bravo, amantes de todo lo gourmet y turistas con ganas de descubrir nuestra gastronomía”. El trato próximo que se genera entre las paredes de este local, donde los clientes pueden pasear con una copa de vino en la mano, hace que “los encuentros se conviertan en amistades y los clientes acaban recomendando los productos de la tienda a otros”. “Es un ambiente muy enriquecedor y divertido, explica Elena Bravo, 3ª generación de la familia Bravo.
Teniendo en cuenta que este ultramarinos ha buscado siempre la calidad de sus productos, no es de extrañar que entre su oferta encontremos Galletas Birba. Tal como asegura Bravo “Birba está ligada a la historia de Mantequerías Bravo desde sus comienzos. Son muchos los clientes que entran en la tienda y al ver las latas nos comentan que en su casa siempre había una que se utilizaba como costurero, o que tenían fotos guardadas. Estoy segura de que sois pioneros en el reciclaje porque nadie tiraba jamás una lata de galletas Birba”, bromea Elena.
Una atención perfecta para cada tipo de cliente
Sin duda, una de las claves del éxito de Mantequerías Bravo es la voluntad de hacer sentir especial a todo aquel que entra en el local. El asesoramiento personalizado y el trato cercano que se da a todos los clientes sin distinción es marca de la casa y hace que más de uno repita la experiencia.
Y es que como reconoce Elena, “lo mejor que hay en la tienda es la gente que entra y nos dedica su tiempo. Es genial disfrutar de un ambiente heterogéneo en el que buscamos el producto perfecto para quien no puede gastar más de 10,00€ y para quien busca Vega Sicilia de añadas antiguas. El reto diario es conseguir que todos se vayan con lo que buscaban, y que se sientan como en casa”.
Este tipo de tiendas tradicionales deben buscar la excelencia en cuanto a su oferta y trato al cliente para mantenerse vivas y hacer frente a la competencia. En el mundo actual resulta muy reconfortante ver como este tipo de tiendas se han hecho un hueco en el mercado de la alimentación.
Respecto a cómo ve el futuro de Mantequerías Bravo, Elena Bravo argumenta que “en nuestra tienda existe un ambiente en el que se comparten recomendaciones y opciones; un producto siempre de calidad y un modo de trabajo en el que buscamos ofrecer un servicio cercano y excepcional. Más allá de un colmado hemos derivado hacia una tienda histórica especializada en productos de calidad contrastada, sea cual sea. Creo que siempre va a haber un hueco para los productos extraordinarios en un lugar en que el objetivo diario sea la atención personalizada y de calidad.”
Mantequerías Bravo, al igual que el resto de establecimientos tradicionales de alimentación que perduran en España son espacios que mejoran y engrandecen una ciudad. Son locales testigo de la historia reciente de nuestro país y espacios de visita obligada para turistas y locales. Ahora ya sabéis, madrileños o visitantes de la capital, que en Mantequerías Bravo podéis adquirir un producto super exclusivo al mismo tiempo que visitar una joya única de la ciudad.
¿Os parece un buen plan para el fin de semana?