Sin duda, uno de los aspectos identificativos de las galletas Birba es la tradición. Aunque trabajamos para lanzar nuevas variedades al mercado, la mayoría de nuestros productos siguen vigentes desde nuestros orígenes, manteniendo el sabor natural y original. De esta manera, las galletas Birba forman parte de los recuerdos de muchas familias, que son fieles a alguna de nuestras especialidades y las tienen siempre presentes en sus casas.
Una de las variedades que se mantiene desde los inicios de Birba es Fruits d’Or, (hasta hace muy poco denominadas Lins), las milhojas rectangulares rellenas de crema de coco y bañadas en chocolate. Con una trayectoria tan larga, que arranca a finales del siglo XIX, estas galletas han pasado por muchos cambios y evolución, tanto en su empaquetado como en su denominación, adaptándose a las tendencias de cada época.
¿Por qué Fruits d’Or?
Los nombres de las diversas variedades de galletas Birba surgieron tanto de la creatividad de, Llorenç Birba Cordomí, como de la misma tradición galletera nacional e internacional, y de la adaptación a los nuevos tiempos.
Llorenç Birba Cordomí decidió denominar Fruits d’Or (Frutos de oro) a una deliciosa galleta rellena de coco recubierta de chocolate después de leer poesía. La inspiración le vino de uno de los poemas más conocidos del poeta catalán Jacint Verdaguer, L’Atlántida. En él descubrió la siguiente dedicatoria:
Llevado por las bendecidas alas de tus naves, busqué el naranjo en flor de las Hespérides; mas, ¡ay! despojo es de las olas que, luengo siglos ha, de él se enseñorearon, y solo puedo ofrecerte, si te placen, estas hojas del árbol del fruto de oro.
Otra referencia a los naranjos con el nombre de Fruits d’Or la encontramos en la traducción que el poeta Joan Maragall hizo del famoso poema Mignon, de Goethe, que en el segundo verso dice: “Entre el follaje oscuro brilla el fruto de oro”
De esta inspiración poética surgió el nombre de Fruits d’Or, asimilando las exquisitas galletas al fruto del naranjo.
Evolución del nombre y el diseño
125 años de historia dan para muchos cambios. Durante este tiempo, el diseño del packaging de las galletas Birba se ha ido adaptando a los gustos de cada época y a las posibilidades que ofrecían los nuevos materiales de embalaje. En el caso de Fruits d’Or, su empaquetado ha ido evolucionando con el paso de los años, al mismo tiempo que su denominación también cambiaba.
Cuando se empezaron a elaborar, con el nombre de Fruits d’Or, se comercializaban en unas bolsitas de plástico muy sencillas. Más tarde se empezaron a vender dentro de unas cajas de cartón muy fino de color azul y dorado. Hacia la década de los años 30, se diseñó un empaquetado retro con caja blanca y fotos de las galletas y éstas venían envueltas de forma individual en papel plata brillante.
En 2014 se produjo el cambio más destacado, ya que Fruits d’Or pasaron a denominarse Lins, al mismo tiempo que el packaging pasó a ser una elegante caja de tonos grises y blancos con la imagen de las galletas y el coco cortado. Este empaquetado y el nombre de Lins perduró hasta finales de 2018, cuando se recuperó la denominación original de Fruits d’Or, inspirada en la poesía de Jacint Verdaguer.
Con uno u otro nombre, Fruits d’Or continúa manteniendo la misma esencia, elaboradas con la misma receta desde hace 125 años, siguiendo un proceso artesanal, con ingredientes totalmente naturales, sin conservantes ni colorantes ni aceite de palma.
Por eso en cualquier momento del día, desenvolver un Fruits d’Or y dejar que cruja lentamente en nuestra boca es todo un placer.
¿Os podréis resistir?